Meses encerrado en casa sin poder hacer ejercicio y prácticamente sin hacer nada dan para soñar con muchas rutas y revivir muchos momentos de esos que solo se viven en un entorno salvaje y en buena compañía.
No podía montar, pero aunque fuera con una sola mano (la mala) sí que podía ir planificando "el regreso". Mapas, ortofotos, el fabuloso Google Earth y la recopilación de material en Internet me ayudaron a evadirme de los malos momentos proyectando una serie de exploraciones para la bici que poco a poco y con tiempo iremos haciendo realidad.
Cada vez me resulta más difícil encontrar un camino nuevo de cierta longitud, ciclabilidad y que resulte atractivo, pero por suerte alguno queda y este que les presento es una muestra.
Imagen para soñar.
Mil curvas casi imposibles se ponen en mi camino.
Vengo de bajar esta ladera...
En el caserío de La Cogolla quedan palmeras vivas aunque no todas resistieron al gran incendio.
Por el barranco corría el agua clarita.
Un sendero que apenas picaba hacia arriba nos aleja de Veneguera y nos va preparando para el par de kilómetros en los que salvo algún paso habrá que cargar con la bici.
Una flor de la cima, en la Cruz de Mogán.
La última bajada hacia Mogán fue un auténtico chorro de gusto. De hecho tras esta foto no hice ninguna más.
1 comentario:
Fantástico....maravillosa Veneguera. Gracias por compartir Carmelo Ruiz.
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